20 de diciembre de 2008

LA TEORIA DE JOSE DE ACOSTA

Homenaje español a José de Acosta (1539-1600)

Cuando en la Academia explicamos la teorías clásicas del poblamiento de América, siempre recordamos a José de Acosta, considerado el "Precursor de la Teoría Asiática".



En el siglo XVI este sacerdote jesuita, amante de la geografía, la historia y las ciencias naturales, planteó el origen asiático de los indígenas americanos. José de Acosta, llamado "El Plinio del Nuevo Mundo", se anticipó en 300 años al científico checo-estadounidense Alex Hrdlicka.

En su obra “Historia Natural y Moral de Indias” de 1590 conjeturó con acierto que hace miles de años los inmigrantes llegaron desde Asia a América aprovechando alguna región donde ambos continentes se acercaban por el norte. En 1590 aún no se descubría el estrecho de Bering, pero el sabio español escribió:





“Mas al fin, en lo que me resumo es que el continuarse la tierra de Indias con esas otras del mundo, a lo menos estar muy cercanas, ha sido la más principal y más verdadera razón de poblarse las Indias; y tengo para mí que el Nuevo Orbe e indias Occidentales, no ha muchos millares de años que las habitan hombres, y que aquellos aportaron al Nuevo Mundo por haberse perdido de su tierra o por hallarse estrechos y necesitados de buscar nueva tierra, y que halándola, comenzaron poco a poco a poblarla, no teniendo más ley que un poco de luz natural, y cuando mucho algunas costumbres que les quedaron de su patria primera.”

Principal obra de José de Acosta.



7 de septiembre de 2008

TEORIA DE ORIGEN MULTIPLE

Rutas múltiples de la inmigración paleolítica a América.

La teoría de origen múltiple del Poblamiento de América

Esta teoría fue planteada por el francés Paul Rivet, quien sostiene que aparte de los asiáticos, también los melanésicos y polinésicos de Oceanía contribuyeron en el poblamiento inicial del continente americano.

La teoría de Paul Rivet también es llamada poliracial o de origen múltiple porque acepta varias corrientes migratorias, como  la melanésica, polinésica, además de la asiática y la australiana.

Rívet se ocupó de demostrar que las inmigraciones melanésica y polinésica. La inmigración asiática fue argumentada por Alex Hrdlicka y la inmigración australiana por Méndez Correa.

La inmigración melanésica según Paul Rívet

La Melanesia es un conjunto de islas de Oceanía, como Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji. Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos navegantes. Según Paul Rívet, a comienzos del Holoceno, los melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano.

Sus principales argumentos son:

1. Antropológicos: semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.C.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.
4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica.

La inmigración polinésica según Paul Rívet

Los maoríes, grandes navegantes de las islas polinésicas, habrían cruzado el Pacífico y llegado a la costa oeste de Sudamérica. Aunque estos viajes habrían sido recientes (unos 1000 a.C.), dejaron muchas huellas de su presencia en las culturas de este continente.

Rívet sustentó esta teoría al descubrir las semejanzas entre las culturas maorí y quechua del Perú:

1. Semejanzas lingüísticas: palabras maorís semejantes al quechua: kumara (camote), uno (agua), pucara (fortaleza), etc.

2. Semejanzas culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.

Es importante recalcar que la semejanza cultural entre las cultura polinésica y quechua es incuestionable; sin embargo, algunos estudiosos consideran que éstas se deben, principalmente, a viajes realizados por navegantes peruanos en la época pre-hispánica. En 1947, para demostrarlo, el noruego Thor Heyerdal realizó un viaje en la balsa Kon Tiki, partiendo del Callao con rumbo a la Oceanía. Llegó después de tres meses de navegación a su destino, en el archipiélago de Tuamotú.

También tenemos:

4 de septiembre de 2008

TEORÍA DEL ORIGEN ÚNICO


Ruta según la teoría de origen único.

Teoría del origen único de Alex Hrdlicka

Esta teoría fue defendida por Alex Hrdlicka, quien sostenía que los primeros pobladores de América fueron cazadores paleomongoloides asiáticos que ingresaron por el Estrecho de Bering, a fines de la glaciación de Winsconsin, del periodo Pleistoceno. Las oleadas migratorias habrían ingresado por el valle de Yucón de Alaska, para después dispersarse por el resto del continente.

Hrdlicka era partidario del origen monoracial (una raza) del indígena americano. Según él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un conjunto de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático mongoloide.

Esta teoría inmigracionista asiática se apoyó básicamente en semejanzas antroposomáticas entre el hombre asiático y los amerindios : cabellos lacios y oscuros, ojos con pliegue mongólico, pómulos anchos y salientes, dientes en forma de pala, rareza de pilosidad en la cara. También señaló la famosa “mancha mongólica”, una pigmentación verdosa congénita que tienen los asiáticos e indígenas americanos al nacer y que desaparece con el paso de los años.

Es importante recordar que Hrdlicka era firme partidario de un poblamiento reciente o tardío, para él las primeras bandas llegaron recién a fines del Cuaternario (12 000 años a.C. aproximadamente) .

Si bien es cierto que la ruta de inmigración asiática es ampliamente aceptada por la comunidad científica internacional, Hrdlicka tuvo y tiene detractores. El punto más atacado es su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa) consideran que, aparte de los mongoloides, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; es decir sostienen una tesis poliracial o de origen multiple.

También tenemos:

2 de septiembre de 2008

VIDEO DE LA ERA DEL HIELO

Excelente documental sobre la vida de los primeros habitantes de América durante última Era del Hielo. Se titula "Encuentros con Monstruos: La Frontera Eterna" y fue realizado por la BBC de Londres. ¡Imperdible!

EL HOMBRE AMERICANO EN LA ERA DEL HIELO

www.Tu.tv

31 de agosto de 2008

HOMBRE DE TLAPACOYA

Cráneo del hombre de Tlapacoya. Foto: Niels.

El hombre de Tlapacoya vivió unos 10 mil años a.C., según recientes fechados publicados en el diario La Jornada de México. Sus huesos e instrumentos líticos de obsidiana y cuarzo fueron descubiertos en 1966 en la autopista México DF - Puebla. Fue un recolector y cazador de fauna pleistocénica y es uno de los pobladores más antiguos del País de los Aztecas.

FOTOS DE LA MUJER DEL PEÑON

IMÁGENES DE LA MUJER DEL PEÑÓN III
(Fuente: Google)

Cráneo de la Mujer del Peñón III

La Mujer del Peñón III en el laboratorio

Reconstrucción de la Mujer del Peñón III

LA MUJER DEL PEÑON


Sus restos óseos fueron descubiertos en 1966 en el cerro del Peñón de los Baños, al este de México D.F. Recientemete se confirmó que su antigüedad es de 11 mil años a.C. y es considerado el fósil humano más antiguo de México y América.

Según la doctora Silvia Gonzalez el cráneo de la Mujer del Peñón tiene los rasgos caucásicos de los ainos del Japón o de los blancos europeos.

27 de agosto de 2008

FOTOS DEL ESTRECHO DE BERING

IMÁGENES DEL ESTRECHO DE BERING Y SUS HABITANTES
(Fuente: Google)




24 de agosto de 2008

FOTOS DE LA TEORIA ASIATICA DE ALEX HRDLICKA

Imágenes de la Teoría Asiática del Poblamiento de América

Alex Hrdlicka

Mapa de la ruta de inmigración asiática

Amerindio de rasgos asiáticos mongoloides

CUÁNDO FUE LA LLEGADA DEL HOMBRE A AMÉRICA

ANTIGÜEDAD DEL HOMBRE EN AMÉRICA

Los científicos siguen polemizando sobre la antigüedad de las primeras inmigraciones a América. Los partidarios de un poblamiento temprano creen que pudo ser entre los 40 000 y 30 000 años a.C.; mientras que los partidarios de un poblamiento tardío sostienen que los primeros hombres llegaron entre los 12 000 y 15 000 años a.C. Actualmente, la posición mejor sustentada arqueológicamente es la segunda.

20 de agosto de 2008

BIOGRAFIA DE MENDEZ CORREA

Antonio Méndez Correa.

Biografía de Antonio Méndez Correa

Antonio Méndez Correa nació en Oporto (Portugal) el 4 de abril de 1888. Se graduó en medicina en 1911 y fue profesor de la Universidad de Porto desde 1921. Se destacó como gran académico alcanzando importantes cargos en su Universidad. También llegó a ser diputado entre 1945 y 1956.


En el Perú y América lo recordamos más por sus estudios en los campos de Antropología y Etnología. Especialmente por haber planteado y argumentado una teoría de inmigración australiana hacia América del Sur en tiempos paleolíticos.

Su teoría sostiene que los nativos australianos navegaron en balsas hacia Tasmania, pasaron las islas Auckland y llegaron a la Antártida. Atravesaron este frío continente durante un periodo de "optimus climáticum" hasta que en algún momento llegaron a la Tierra de Fuego y la Patagonia.

Falleció en Lisboa el 7 de enero de 1960, a la edad de 71 años.

FOTOS DE PAUL RIVET

IMÁGENES DE PAUL RIVET
Autor de la Teoría Oceánica poliracial del origen del hombre americano.


FOTOS DE ALEX HRDLICKA

IMÁGENES DE ALEX HRDLICKA
Autor de la Teoría Asiática del origen del hombre americano
Foto de juventud de Alex Hrdlicka.

Alex Hrdlicka en su madurez

19 de agosto de 2008

BIOGRAFIA DE ALEX HRDLICKA

Alex Hrdlicka.
Biografía de Alex Hrdlicka *

Ales Hrdlicka fue un influyente antropólogo físico nacido el 30 de marzo de 1869, en Humpolec, en Bohemia, actual República Checa. Sus padres fueron Maximiliano Hrdlicka y Karolina Wagner. Creció en Humpolec y emigró con su familia a Nueva York en 1881. Después de terminar la secundaria, entró en el New York Medical College donde se graduó con honores y comenzó a practicar en el Lower East Side.


Hrdlicka se interesó por la antropología, una ciencia que era nueva en ese momento. Se fue a París para estudiar en la Ecole d Anthropologie entre otras escuelas. Cuando regresó a los Estados Unidos construyó un laboratorio de antropología para estudiar las características de los estadounidenses. Por este tiempo se casó con Marie Strickler.

Hrdlicka ingresó al Museo Americano de Historia Natural como antropólogo, en 1899. En 1903, fue nombrado Curador Asistente en la División de Antropología Física en el Museo Nacional de Historia Natural, que forma parte del Instituto Smithsoniano. Durante sus cuarenta años con el Instituto Smithsoniano, compiló la más completa colección de materiales óseos humanos de todo el mundo. Fue el uno de los primeros científicos que plantearon el origen asiático de los indios americanos.




Si bien fue curador, viajó extensamente a muchos sitios arqueológicos. En 1927 publicó un artículo llamado "El hombre de Neandertal Fase del Hombre" que trató de demostrar que todas las razas tienen un origen común. Más tarde supone que los seres humanos sólo podía han desarrollado en el Viejo Mundo. Algunos de sus libros incluyen Antropología Física en 1919, seguida de Antropometría en 1920 y el Viejo Estadounidense en 1925.

Tratando de buscar pruebas de la inmigración asiática por el estrecho de Béring, Hrdlickr realizó diez expediciones a Alaska, Kodiak Island e Islas Aleutianas. Estas expediciones contribuyeron con una gran cantidad de información, las que fueron redactadas en la Agenda de Alaska 1926 - 1931, publicada en 1943.

Durante su permanencia en el Smithsonian Institute, fundó el American Journal de Antropología Física y editó hasta su muerte el 5 de abril de 1943. Recibió doctorados honorarios de la Universidad Charles en Praga y la Purkyne University en Brno. También estableció la Asociación Americana de los antropólogos físicos, que sigue existiendo hoy.

* Fuente: Universidad de Minnesota

10 de julio de 2008

CRITICA A LA TEORIA DE POBLAMIENTO TARDIO

Respuesta a Joaquín Narvaéz Luna -defensor de la Teoría de Poblamiento Tardío- sobre el origen del hombre americano.

Tomado del blog AMAUTACUNA DE HISTORIA

Joaquín, (perdón por inmiscuirme en el asunto) la hipótesis de un poblamiento tardío tiene varios inconvenientes. El más importante es que en Beringia del Oeste, el actual NE de Siberia (2 millones de kilómetros cuadradso) los yacimientos más antiguos, solo dos Ushki y Berelekh, proporcionan fechas en su nivel basal similares a Clovis. El límite de Beringia del Oeste es la cordillera Verjoyansk, (en esa región, actualmente está uno de los polos frios del hemisferio norte -70ºC en invierno boreal). Los yacimeintos de Siberia, unos 50 se encuentran, por simplificar, entorno al lago Baikal, al norte de los montes Altai. El lago Baikal queda más lejos del yacimiento Clovis, o de Meadowcroft que de Madrid, en España. Según los investigadores socivieticos, y los norteamericanos del Centro de Estudios para los primeros Americanos (CSFA)coinciden en que no se puede pensar en una expansión hacia el norte y noroeste hasta pasado el ultimo mácimo glacial. En esa época los yacimientos siberianos (Centro sur de siberia) están habitados por individuos que utilizan la industria de microlámina. Insdustria que se empieza a extender por los 15.000 km de la costa norte de América del Norte, desde Alaska hasta Groelandia hace unos 10-11.000 años, es decir posteior a Clovis. La primera industria que aparece en Alaska no es precisamente la industria de microlámina. Por lo tanto, parece que si hubo una migración de Asia a America pero es posterior a Clovis. La única punta Clovis que aparecio en Siberia, en la cuenca del rio Aldan, en la vertiente oeste de los montes Verjoyansks, por tanto fuera de Beringia, es de hace 8000 años.

En realidad no sería tan difícil el asunto y la explicación sencilla. Es cierto que los cazadores se mueven por grandes extensiones de territorio pero no lo hacen de norte a Sur. Los caribúes del norte de Canadá no bajan a pastar a los desiertos de mesoamérica, ni a las selvas de centro América…Ni tampoco lo hacen los búfalos. Los animales, y posiblemente las personas continúan en el ecosistema que conocen hasta que lo saturan, o agotan los recursos y no tienen inventiva para ampliar la “dieta”. Las sociedades humanas no están dispuestas a interrumpir su relación estable con el ecosistema que conocen y les alimenta. Por lo tanto los hombres no se desplazaron desde Alaska a Tierra de fuego siguiendo ningún rebaño, simplemente porque no existen rebaños de animales que se adapten a semejante variedad de ecosistemas. Pero lo más extraño, y lo que peor encaja del modelo de poblamiento tardío es el crecimiento demográfico que necesita. El modelo Fiedel-Martin explica la expansión por el doble continente americano como consecuencia de una cierta sobrepoblación que ellos estiman entorno a 1 millón de individuos. Supongamos que esos individuos se alcanzaron en 1000 años, desde el momento de la entrada hasta el momento del poblamiento de Monte Verde II (Monte Verde I proporciona 33.000 años, pero aún está sin excavar) Eso implica que la población debería duplicarse cada 70 años, más o menos el mismo ritmo al que creció la población de los EE.UU durante el siglo XX, incluidos los 40 millones de inmigrantes que recibió. La humanidad durante la era cristiana hasta la revolución industrial creció a un ritmo que permitía una duplicación cada 1.187 años aproximadamente. (La demografía histórica estima la población en el año 1 entorno a los 252 millones y 680 en el siglo XVIII).

La tasa que necesita el modelo de entrada tardía no es coherente. Verás las mujeres cazadoras recolectoras, alcanzan la menarquía a edades muy tardía y tras un periodo de ovulaciones irregulares suelen tener su primer hijo a los 20 años. La fertilidad decae enormemente a los 40 años. Con lo cual significa que tienen unos 20 años para procrear. El intervalo intergenésico de las mujeres cazadoras está entorno a los 4 años, (entre los simios superiores ese intervalo es mayor, alcanzando los 8 años entre los orangutanes) lo que significa un promedio entre 5 y 6 hijos máximo por mujer. Pero la esperanza de vida de esos grupos está entorno a los 35 años, lo que significa que entorno al 50% de los nacidos vivos alcanzan la edad fértil y solo el 30% la completan. En resumen, la tasa de crecimiento máximo que pueden alcanzar los cazadores recolectores está por debajo de r=0,007 eso significa que duplican su población cada 100 años, como máximo. Ningún antropólogo suscribiría esta tasa para medio o largo plazo, esta sería una tasa máxima en condiciones ideales. Con una tasa que permita duplicar la población cada 400 años por ejemplo, mucho más rápida que la observada durante la era cristiana, una población pequeña (80 individuos es lo que propone la antropología molecular como población inicial) en 2000 años habría duplicado su tamaño 5 veces, es decir, serían 2.560 tipos, una población absolutamente ridícula para explicar el registro fósil paleoindios.

Además la concentración de yacimientos Clovis es infinitamente mayor en la región SE de los EE.UU a más de 9.000 km del estrecho de Bering, y separada del la fachada Oeste por inmensos cursos fluviales que estaban desaguando los mayores inlandsis que se hayan rastreado en el planeta. En esa región hay dos yacimientos más, aparte de Meadowcroft, Topper y Cactus Hill que reclaman fechas muy posteriores al paleoindio.

Otro indicador de antigüedad del poblamiento americano son las 135 familias lingüísticas en las que se clasifican las más de 1.100 lenguas supervivientes. Solo en Canadá hay el doble de lenguas que en toda Siberia, desde Chukotka hasta los Urales.

Otro indicador es la domesticación de plantas, la mayor diversidad de plantas procedentes de los más diversos pisos ecológicos se ha producido en América, en concreto en los Andes centrales. La domesticación de plantas significa transformar una planta poco eficiente para la alimentación humana, pero capaz de transmitirse por ella sola, en una planta altamente eficiente para la alimentación humana pero incapaz de transmitirse sin la intervención humana. Este proceso se estima como mínimo en 5000 años. Si los primeros frijoles domesticados y no recuerdo que otros alimentos han aparecido en capas de hace 8000 años y le sumamos el periodo de domesticación nos situamos en 13.000 años. Y parece poco probable que pueblos cazadores recolectores recién llegados y con una densidad de población baja comenzasen a domesticar las plantas.

Un saludo.

Carlos

9 de julio de 2008

TEORIA DEL POBLAMIENTO TARDIO

DEFENSA DE LA TEORÍA DEL POBLAMIENTO TARDÍO
Autor: Joaquín Narváez Luna

Desde hace bastante tiempo, y no sólo desde hace 15 años, se han venido sosteniendo que pudo haber una ocupación humana bastante temprana en América, que podría remontarse a 30,000 o 40,000 años atrás. Sin embargo hasta el momento, no existe ninguna evidencia con la que se pueda plantear de manera segura una ocupación más antigua que 13,000 años.

Es cierto que existen algunos sitios arqueológicos en el continente cuyos investigadores han señalado antigüedades bastante extremas. De estos sólo cuatro pueden ser tomados con cierta seriedad: Pedra Furada en el Brasil (con 32,000 a 17,000 años según Niède Guidon y su seguidor en las investigaciones Fabio Parenti) Monte Verde en Chile (con 30,000 años según Tom Dillihey), Meadowcroft Rockshelter en los Estados Unidos (con una ocupación de hasta 19,600 años según James Adovasio) y Pendejo Cave en Estados Unidos (con hasta 50,000 años (¡!) según Richard McNeish).

Sin embargo, los cuatro sitios son muy discutidos. En Pedra Furada, los hallazgos de gran antigüedad se limitan a carbón y cenizas cuya procedencia cultural no está demostrada y posibles instrumentos muy toscos de piedra hechos en cuarzo y cuarcita de grano grueso. Curioso, ya que existen en la misma zona rocas de grano mucho más fino más apropiadas para la elaboración de artefactos. Además si uno observa las fotos de esos posibles artefactos, estos revisten una calidad técnica incluso muchísimo menor que la industria Achelense de hace mas de ¡100,000 años! En Monte Verde, los hallazgos más antiguos corresponden a posibles artefactos cuya manufactura humana también está muy debatida. El mismo Dillihey señaló en la Universidad Católica que: “existe poca evidencia sólida para confirmar que los humanos colonizaron el Nuevo Mundo con anterioridad a 12.000 a.p.” (Léase su artículo de 1997 “¿Dónde están los restos óseos humanos del período Pleistoceno Tardío? Problemas y perspectivas en la búsqueda de los primeros americanos”. En: Boletín de Arqueología PUCP. Vol. 1 La Muerte en el Antiguo Perú: Contextos y Conceptos Funerarios. Lima.), siendo así mucho más cauteloso entonces que durante los primeros trabajos que hizo en el sitio en 1977. Sin embargo, los fechados de 12,800 a 12,300 años (unos 10,800 a.C.) si han quedado verificados, constituyendo el sitio con fechados seguros más antiguo del continente. En cuanto a Meadowcroft Rockshelter, los fechados también han sido muy discutidos, aunque se acepta que tiene entre 12,000 – 10,600 años. Pendejo Cave tiene 22 estratos, en los cuales se ha detectado posible ocupación humana con un rango de 12,400 a 12,300 años (10,400 a.C.) consistente en carbón, madera, “posiblemente cabello humano”, “probables huellas de manos en las paredes” y “posibles herramientas toscas”. Muy poco claro en realidad, pero que en todo caso tampoco reviste gran antigüedad. Otras posibles ocupaciones se evidenciarían por algunos huesos “posiblemente modificados por humanos” fechados entre 13,000 y 50,000 años atrás. Nada de restos óseos humanos, puntas de proyectil u otras evidencias culturales más seguras. (Véase artículo de MacNeish en http://www.umass.edu/anthro/chrisman/). Dada esta situación, Pendejo Cave queda como el sitio menos evidente de ocupación humana temprana. En cuanto al “Hombre de Kennewick” con solo 9,300 años de antigüedad, no puede contar como evidencia de una presencia temprana, aunque ha habido mucho debate acerca de sus características físicas, planteándose diversas posiciones, desde que es similar a los grupos indígenas norteamericanos de la zona, que recuerda más a los Ainu del Japón y las islas Kuriles de Rusia, hasta algunas más alucinadas, como que es ser similar a los caucasoides. Y si alguien todavía cree que las fases Pacaicasa y Ayacucho de Pikimachay o la fase Zona Roja de Chivateros son también evidencias de ocupación humana antigua, les recomiendo leer el libro de John Rick “Cronología, clima y subsistencia en el Precerámico Peruano” publicado por INDEA en 1983.

En todo caso, debemos tener presente una cosa muy clara que rebate la presencia de una ocupación muy antigua del continente americano. Existe un umbral entre la ocupación demostrada en el continente y las “posibles” ocupaciones más antiguas y que es el 11,000 a.C. Los sitios anteriores a esa fecha son muy escasos, dispersos y muy discutidos. En cambio, los sitios posteriores a esa fecha son abundantes y distribuidos por todo el continente. Y no solo constituyen algunas capas de ceniza, o artefactos toscos sino, complejas industrias líticas, pinturas rupestres y restos humanos, además de muchos otros elementos culturales, tal como aparecen en el Viejo Mundo.

Si comparamos lo que ocurre en Europa, África, u Oceanía, las ocupaciones correspondientes al Paleolítico entre 40,000 y 13,000 años atrás son muy abundantes. Tenemos industrias líticas de varias fases (no instrumentos toscos, sino puntas de proyectil, cuchillos, buriles, raspadores, etc. bien definidos), estatuillas, pinturas y esculturas rupestres y sus restos óseos fosilizados. Entonces ¿por qué en todo el mundo se encuentran en gran cantidad y en América no?

Si se cree en una ocupación humana muy antigua de América se podría explicar esta contradicción de dos formas. La primera es que en América los restos más antiguos no se han tan conservado bien y por eso no se encuentran o no son muy claros. Entonces tendríamos que preguntarnos ¿Y por qué no se conservaron bien los restos anteriores a hace 13,000 años y si muy bien los posteriores a esa fecha?, y, más importante aún ¿Por qué en América no y en el resto del mundo si? La otra explicación podría ser que, simplemente, no se han encontrado hasta ahora los restos más antiguos y estén por ahí esperándonos. Pero entonces, ¿Por qué no han aparecido con toda la investigación arqueológica habida en el continente y en el resto del mundo si y por miles? Recordemos que muchos restos del Paleolítico europeo aparecieron no por sistemáticas y complejas investigaciones arqueológicas sino casualmente, cuando los campesinos araban sus tierras o alguna cabra se metía a una cueva.

Dada esta situación entonces creo que la explicación es que la ocupación humana del continente fue muy tardía, correspondiente al final del Pleistoceno, a finales de la última era glacial. Esto es bastante coherente si se toma en cuenta que, para poblarse América, primero se tuvo que poblar el extremo noreste de Asia, y es el territorio del Viejo Mundo más lejano del punto inicial de aparición de los seres humanos en África. Además, es de clima muy severo, duro para la ocupación humana especialmente durante las glaciaciones. Sólo cuando la presión poblacional en la zona norte de China y Mongolia fue muy alta, es que algunos seres humanos no tuvieron más opción que moverse más al norte. Por eso, en China hay hasta Homo Erectus (recuérdese al “Hombre de Pekín” con más de 250,000 años de antigüedad) mientras que en la Siberia Oriental los restos más antiguos se encuentran en Mal’ta, D’uktai y Ezhansty (Rusia) y sólo tienen 21,000 años. De ahí, continuaron moviéndose hasta que hace unos 14,000 años, algunos de esos cazadores cruzaron el estrecho de Bering e ingresaron a América.

En cuanto a la posible ocupación de América desde otros lugares como Europa (vía Groenlandia) como señala Bruce Bradley es algo tirado completamente de los cabellos. Porque una punta Solutrense se parezca en algo a una punta Clovis, no es argumento suficiente para platear un origen Europeo de la última tradición. Además, hay un desfase cronológico entre uno y otro. La tradición Solutrense existió entre 20,000 y 15,000 años atrás, mientras que las puntas Clovis más antiguas sólo están fechadas en 13,500 años. Así que hay un vacío de por lo menos 1,500 años entre una y otra, lo cual es bastante.

Lo siento, pero hasta ahora nada hace rebatir lo que Aleš Hrdlička dijera hace ya 100 años, que la ocupación humana de América fue muy tardía, que vinieron de Asia como Homo Sapiens Sapiens.

2 de enero de 2008

INTRODUCCIÓN AL ORIGEN DE LOS INDÍGENAS AMERICANOS

Introducción al origen de los indígenas americanos


Cuando los europeos de los siglos XV y XVI desembarcaron en América, encontraron pueblos que tenían una riquísima historia milenaria. Los nativos americanos, con diversos grados de desarrollo cultural, descendían de los verdaderos descubridores de este continente: los cazadores y recolectores nómadas que llegaron hace aproximadamente 20 mil años atrás.

El almirante genovés Cristóbal Colón erróneamente los presentó como “indios” ante la corona española. Al comenzar el siglo XVI, Américo Vespucio informó que estas tierras eran un “Mundus Novus” para los europeos. En 1537 el Papa Paulo III dictaminó solemnemente que los nativos americanos eran seres humanos. En medio del terrible proceso de sometimiento de los pueblos indígenas, diversos personajes, principalmente teólogos del catolicismo, empezaron a especular sobre la procedencia de los primeros habitantes de América. Arias Montano en 1570 creía que América fue poblada por dos tataranietos del legendario personaje bíblico Noe. Gregorio García en 1607 trataba de demostrar que los indígenas americanos tenían su origen en antiguas inmigraciones judías. Otros autores creían que los fenicios hicieron viajes remotos, cruzaron el Océano Atlántico y poblaron América. Se especuló inclusive que fueron pobladores de la mítica Atlántida los que dieron origen a los antiguos habitantes americanos.

El primer estudioso en plantear una hipótesis razonable fue el cronista español José de Acosta. En 1590, en su obra “Historia Natural y Moral de Indias”, Acosta conjeturó que América fue poblada por inmigrantes que llegaron desde Asia aprovechando alguna región donde ambos continentes se acercaban por el norte. Cuando aún no se descubría el estrecho de Bering, el cronista escribió: “Mas al fin, en lo que me resumo es que el continuarse la tierra de Indias con esas otras del mundo, a lo menos estar muy cercanas, ha sido la más principal y más verdadera razón de poblarse las Indias; y tengo para mí que el Nuevo Orbe e indias Occidentales, no ha muchos millares de años que las habitan hombres, y que aquellos aportaron al Nuevo Mundo por haberse perdido de su tierra o por hallarse estrechos y necesitados de buscar nueva tierra, y que halándola, comenzaron poco a poco a poblarla, no teniendo más ley que un poco de luz natural, y cuando mucho algunas costumbres que les quedaron de su patria primera.” ( ACOSTA, Joseph. Historia Natural y Moral de Indias, pag. 63)

Sin embargo, hasta el siglo XIX tenían mucha difusión los planteamientos basados en los escritos bíblicos. Durante el Virreinato del Perú un teólogo erudito llamado Antonio de León Pinelo propuso formalmente que el Edén bíblico o “paraíso terrenal” se ubicó en plena selva peruana y que desde ahí los descendientes de Adán y Eva poblaron el resto del mundo.

Recién con la difusión de la obras del naturalista Charles Darwin, en la segunda mitad del siglo XIX, se dio un nuevo impulso a las investigaciones, esta vez teniendo como base los postulados evolucionistas y los estudios geológicos, paleontológicos y arqueológicos. A fines del siglo XIX se llegó a plantear que América fue la Cuna de la Humanidad, hipótesis desacreditada por los científicos defensores de las teorías inmigracionistas, que sostienen que América fue poblada por oleadas provenientes de otras regiones del planeta.

LAS TEORÍAS DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA

Primeros americanos cazando un mamut.
Dibujo: Juan Carlos Silva.

Principales teorías del Poblamiento de América

En 1884 el paleontólogo argentino Florentino Ameghino sorprendió a la comunidad científica con su "Teoría Autoctonista" del Poblamiento de América. Anunció que había descubierto en las Pampas Argentinas, restos óseos de remotos antepasados de la especie humana. Su planteamiento autoctonista fue finalmente desechado, después de candentes polémicas, en base a nuevas y rigurosas investigaciones.

Sabemos ahora que son las teorías inmigracionistas las que nos acercan a la verdadera historia del poblamiento inicial de este continente. Los más renombrados estudiosos del tema durante el siglo pasado fueron: el checo-estadounidense Alex Hrdlicka (Teoría Asiática), el francés Paul Rívet (Teoría Oceánica) y el portugués Mendes Correa (Teoría Australiana). Estos científicos son verdaderos clásicos de la antropología americana que, sin embargo, discreparon en varios aspectos de los orígenes del hombre americano.

Mapa de las principales teorías del Poblamiento de América.
Fuente: Antonio del Busto.

AMEGHINO Y LA TEORÍA AUTOCTONISTA

Ameghino.
La Teoría Autoctonista de Florentino Ameghino

A fines del siglo XIX, el argentino Florentino Ameghino planteó que el ser humano habría evolucionado en las Pampas argentinas, y desde aquí migró al resto del planeta. Se basaba en el descubrimiento de algunos huesos que habrían pertenecido al "Protohomo Pampeanus" ("Antiguo Hombre de la Pampa"). Este postulado causó gran revuelo cuando fue presentado en París en 1879.


Según Ameghino, en el periodo mioceno de la era terciaria, un grupo de mamíferos planoangulados habría empezado a erguirse para buscar sus alimentos. Su evolución habría dado origen al Tetraprotohomo, el Triprotohomo, y el Diprotohomo, hasta llegar al Homo pampeanus ("Hombre de la Pampa"). Estos géneros se habrían difundido primero en Norteamérica y luego en el Viejo Mundo cruzando supuestos “puentes intercontinentales” a fines de la era terciaria.

En 1908, el antropólogo Alex Hrdlicka rebatió esta teoría autoctonista, demostrando que:

a) los estratos geológicos donde encontró los huesos, no eran de la era terciaria; sino de la cuaternaria.

b) aquellos restos eran de monos americanos y felinos mezclados con huesos de humanos recientes .

c) a fines del terciario no existían “puentes intercontinentales” que unieran América con el Viejo Mundo.

ALEX HRDLICKA Y LA TEORÍA ASIÁTICA

La Teoría Asiática de Álex Hrdlicka

En 1908, antropólogo Álex Hrdlicka planteó que los primeros pobladores de América fueron los cazadores paleomongoloides asiáticos que ingresaron navegando en balsas por el estrecho de Béring a finales de la glaciación de Winsconsin (10000 a.C. aproximadamente).

Hoy se sabe que los asiáticos no llegaron navegando, sino caminando por el Istmo de Beringia, un faja de tierra que quedó descubierta por el descenso del nivel del mar a finales del periodo Pleistoceno. Los inmigrantes asiáticos habrían ingresado por el valle de Yucón de Alaska, para después avanzar por el resto del continente.

Esta teoría se apoya en las semejanzas antroposomáticas entre el hombre asiático y los amerindios : cabellos lacios y oscuros, ojos con pliegue mongólico, pómulos anchos y salientes, dientes en forma de pala, rareza de pilosidad en la cara, la "mancha lumbar" en los bebés.

Hrdlicka era partidario del origen monoracial del poblamiento de América. Según él, entre los indios de América (mayas, quechuas o patagones) hay un conjunto de caracteres comunes que sugieren un origen común general. Este “aire de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el asiático mongoloide.



Es importante recalcar que Hrdlicka era firme partidario de un poblamiento reciente, para él las primeras bandas llegaron recién hacia el 10000 a.C., al finalizar la úlima glaciación (Wisconsin) del periodo Pleistoceno.

Si bien es cierto, la teoría asiática es ampliamente aceptada por la comunidad científica internacional, Hrdlicka tuvo y tiene detractores. El punto más atacado es su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa, por ejemplo) consideran que, aparte de los mongoloides, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; es decir sostienen una tesis poliracial.


LA TEORÍA OCEÁNICA DE PAUL RIVET

La teoría Oceánica de Paul Rívet

Esta teoría fue planteada por el francés Paul Rivet, quien sostiene que aparte de los asiáticos, también los oceánicos (melanésicos y polinésicos) contribuyeron en el poblamiento inicial del continente americano.

La teoría de Paul Rivet también es llamada poliracial, ya que acepta varias corrientes migratorias, como la asiática, melanésica, polinésica, incluso la australiana.

Rívet se ocupó de demostrar que los melanésicos y polinésicos de Oceanía también poblaron América antigua.



Teoría de procedencia melanésica de Paul Rívet

La Melanesia es un conjunto de islas de Oceanía, como Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji. Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos navegantes. Según Paul Rívet, a comienzos del Holoceno, los melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano.
Hombres de la Melanesia. 
Foto: Life.

Sus principales argumentos son:

1. Antropológicos: semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.C.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.
4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica.

Teoría de procedencia polinésica 

Los maoríes, grandes navegantes de las islas polinésicas, habrían cruzado el Pacífico y llegado a la costa oeste de Sudamérica. Aunque estos viajes habrían sido recientes (unos 1000 a.C.), dejaron muchas huellas de su presencia en las culturas de este continente.

Rívet sustentó esta teoría al descubrir las semejanzas entre las culturas maorí y quechua del Perú:

1. Semejanzas lingüísticas: palabras maorís semejantes al quechua: kumara (camote), uno (agua), pucara (fortaleza), etc.

2. Semejanzas culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.

Es importante recalcar que la semejanza cultural entre las cultura polinésica y quechua es incuestionable; sin embargo, algunos estudiosos consideran que éstas se deben, principalmente, a viajes realizados por navegantes peruanos en la época pre-hispánica. En 1947, para demostrarlo, el noruego Thor Heyerdal realizó un viaje en la balsa Kon Tiki, partiendo del Callao con rumbo a la Oceanía. Llegó después de tres meses de navegación a su destino, en el archipiélago de Tuamotú.

LA TEORÍA MELANÉSICA

La teoría melanésica de Paul Rívet

La Melanesia es una región insular de Oceanía conformada por islas como Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nuevas Hébridas y Fiji. Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos navegantes. Según Paul Rívet, a comienzos del Holoceno, los melanésicos cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado por Centroamérica, para luego dispersarse a otras regiones del continente americano.


Sus principales argumentos son:

1. Antropológicos:
semejanza ósea y sanguínea entre los melanesios y los hombres de Lagoa-Santa, antiguos cazadores que habitaron Brasil unos 6000 a.n.e.
2. Etnográficos: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas. Por ejemplo, la cacería de cabezas trofeo y la mutilación de falanges en señal de duelo.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, porras estrelladas, tambores de madera, puentes colgantes, etc.
4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los indios Hoka de Norteamérica.

LA TEORÍA POLINÉSICA

La teoría polinésica de Paul Rívet

Habitantes de los archipiélagos polinésicos, los maorís, habrían cruzado el Pacífico aprovechando sus excelentes técnicas de navegación, para llegar por las costas occidentales de Sudamérica. Aunque estos viajes habrían sido muy recientes –desde el primer milenio de la era cristiana- dejaron importantes huellas de su presencia en las culturas de este continente. Rivet sustentó la llegada de los polinésicos al descubrir una serie de semejanzas con las culturas andinas:


Semejanzas lingüísticas:
palabras maorís semejantes al quechua de Perú: kumara (camote), uno (agua), pucara (fortaleza), etc.

Semejanzas culturales: uso común de la pachamanca, la taqlla o palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.

Es importante recalcar que la semejanza cultural entre la cultura andina y polinésica es incuestionable; sin embargo, algunos estudiosos consideran que éstas se deben, principalmente, a viajes realizados por navegantes peruanos en la época pre-hispánica. En 1947, para demostrarlo, el noruego Thor Heyerdal realizó un viaje en la balsa Kon Tiki, partiendo del Callao con rumbo a la Oceanía. Llegó después de tres meses de navegación a su destino, en el archipiélago de Tuamotú.

MÉNDEZ CORREA Y LA TEORÍA AUSTRALIANA

Antonio Méndez Correa.
La Teoría Australiana de Méndez Correa

El portugués Antonio Méndez Correa fue el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártida. Según su teoría, los australianos utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, y pasar luego a las islas Auckland y la Antártida.

La Antártida habría sido atravesada cuando gozaba de un “óptimun climáticus” (periodo de clima óptimo), unos 4 000 años a.C., durante el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, habrían arribado al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde, poblaron la Patagonia.

Méndez Correa estudió en la década de 1920, a los indígenas de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel y  chozas en forma de colmena. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.

MAPAS DEL POBLAMIENTO AMERICANO

Mapas del poblamiento inicial americano


"Las líneas negras marcan el poblamiento americano desde Siberia, realizado básicamente por grupos mongoloides, descendientes del Homo Sapiens Sapiens que surge en África y se adentra en los continentes europeo y asiático. Las líneas grises indican las trayectorias de navegación propuestas por aquellas teorías, no aceptadas por el grueso de la comunidad científica, sobre el poblamiento de América del Sur proveniente de Oceanía". (Tomado de LogosHM)


Mapa de la ruta de inmigración asiática a través de la región de Bering. (Imagen: LogosHM)

RESTOS ARQUEOLÓGICOS DEL POBLAMIENTO AMERICANO

RESTOS ARQUEOLÓGICOS DEL POBLAMIENTO AMERICANO

Los arqueólogos buscan incesantemente restos líticos y óseos que puedan dar luces sobre la historia del poblamiento inicial del continente americano. En casi todos los países de América se han hallado restos arqueológicos con fechados sorprendentes, algunos sobrepasan los 30 mil años de antigüedad; sin embargo, la mayoría de los descubrimientos son desestimados por la comunidad científica cuando sus restos son escasos o no acreditan una clara intervención humana. Por ejemplo, en diversos lugares se han descubierto piedras con formas de raspadores , cuchillas o hachas de mano, pero al parecer tomaron esas formas casualmente, debido a desprendimientos en las cuevas ocasionados por temblores o terremotos. Además, el fechado preciso de un instrumento lítico depende del material orgánico encontrado en su contexto y éste ha sido alterado muchas veces por factores naturales o humanos.

Los sitios arqueológicos más cuestionados o rechazados son aquellos que han recibido un fechado mayor a 13 000 años a.C. entre los que se encuentran: Dawson City (Canadá), Old Crown (Canadá), Cálico Hills (EE.UU.), Lewisville (EEUU), Santa Rosa (EE:UU), Tlapacoya (México), El Bosque (Nicaragua), Paccaicasa (Perú).

Entre los sitios arqueológicos del Paleolítico americano que sí son aceptados por la comunidad científica internacional tenemos a: Clovis (EE.UU.), Folsom (EE.UU.), Kennewick (EE.UU), Tlapacoya (México), Taima Taima (Venezuela), Guitarrero (Perú), Paiján (Perú), Monteverde (Chile). Todos tienen una antigüedad menor a los 13 000 años a.C.

LOS HOMBRES DE CLOVIS Y DE FOLSOM

Los hombres de Clovis y Folsom

Las tradiciones líticas confirmadas más antiguas de América, corresponden a las puntas Clovis (11000 a.C.) y Folsom (9000 a.C.), encontradas en territorios de Estados Unidos.

Las puntas Clovis fueron halladas principalmente en Nuevo México. Son puntas líticas acanaladas de 10 a 12 centímetros de largo y son casi perfectamente simétricas. Son bifaciales y filudas, realmente mortíferas para los mamuts que recibían los lanzasos. De forma semejante a los modernos cazadores de elefantes, los cazadores de mamuts se dividían en dos grupos; unos distraían al animal y otros arremetían para herirle en el vientre o en las piernas. Las puntas Clovis han sido ubicadas en diversos lugares de Norteamérica como Alaska, California, Nevada, Mississipi y México.

Posteriormente los cazadores de Clovis, cedieron lugar a los hombres de Fólsom, fabricantes de puntas de lanza acanaladas pero de menor tamaño. Estas puntas eran eficaces para la cacería de bisontes lanudos que se convirtieron en la presa preferida de los cazadores norteamericanos ante la extinción de los mamuts. El bisonte, durante miles de años, se convirtió en el principal sostén de los amerindios paleolíticos. Se aprovechó al máximo su carne en la alimentación, su duro cuero para el vestido y la vivienda, su estiércol seco como combustible, sus grandes cuernos y dientes para fabricar utensilios, armas y adornos.

HALLAZGOS PRE-CLOVIS

HALLAZGOS PRE-CLOVIS

Como ya mencionamos, los sitios arqueológicos con fechados anteriores a 13 mil años a.C. tienen muy escasa aceptación en la comunidad científica internacional, principalmente entre los especialistas estadounidenses seguidores de Alex Hrdlicka. La mayoría de arqueólogos, entre ellos el reconocido Tomás Lynch de la Universidad de Cornell, han rechazado tradicionalmente todos los sitios Pre-Clovis, aunque últimamente las excavaciones en Meadowcroft (EE.UU.) y Monteverde (Chile) les obligan a replantear el problema. Estos y otros descubrimientos recientes en Norteamérica y Sudamérica sugieren que la presencia humana en nuestro continente es anterior en miles de años a los hombres de Clovis.

EL HOMBRE DE MEADOWCROFT

EL HOMBRE DE MEADOWCROFT

Fue descubierto y estudiado por James Adovasio, en Pennsylvania, cerca de la costa atlántica de EE.UU. En la caverna de Meadowcroft se descubrieron abundantes utensilios líticos como cuchillos y puntas bifaciales, lascas y raspadores. En el sitio se encontró, además, abundante material orgánico producto de la flora y fauna que sirvió de alimento a los hombres de Meadowcroft.

Los arqueólogos extrajeron setenta muestras de estos restos y contrataron distintos laboratorios. Los resultados fueron sorprendentes: Hasta 16000 años a.C. sobrepasando en cinco mil años a las famosas puntas Clovis. Instrumentos semejantes, con una antigüedad de 13 000 años a.C., fueron ubicados en Cactus Hill y Topper; también al este de los EE.UU.

Las puntas de lanza de las costas atlánticas norteamericanas no tienen la forma de las clásicas armas acanaladas de los Clovis. Más se asemejan a las puntas solutrenses halladas en España y Francia, del periodo Paleolítico Superior.

Basándose en esto los especialistas Bruce Bradley y Dennis Stanford, del Departamento de Antropología del Instituto Smithsoniano de EE.UU., plantean una sorprendente hipótesis. Sin negar la inmigración paleomongoloide por la ruta de Bering, sostienen que hace 18000 años grupos de cazadores europeos habrían llegado en embarcaciones rudimentarias cruzando el Atlántico por el lado oriental de América del Norte.

EL HOMBRE DE KENNEWICK

EL HOMBRE DE KENNEWICK

En el nor-oeste de EE.UU. se descubrió, en 1998, el cráneo del Hombre de Kennewick. Sorprendentemente no se asemeja a un indio americano. Tiene la cara estrecha, la nariz prominente, mandíbula superior sobresaliente y su frente es larga y angosta. Los especialistas sugirieren que este hombre de 8000 años de antigüedad, se parece a un cruce entre los ainos del Japón y los polinésicos, sin embargo otros sostienen que sus rasgos son caucásicos. En una cueva de Nevada, al oeste de EE.UU, llamada Espíritu Cavernario se descubrió recientemente otro cráneo muy semejante al de Kennewick.

Basándose en estos restos óseos algunos científicos como Richard Jantz, de las Universidad de Tennessee, sugieren que grupos no mongoloides (Ainos del Japón) llegaron por vía transpacífica a las costas occidentales de Norteamérica y se habrían extinguido; sin embargo, otros, como el antropólogo Francisco Mena, de la Universidad de Chile, consideran que esta hipótesis se debilita con tres argumentos: “En primer lugar, la muestra de esqueletos es mínima y en muy pocos ejemplares se ha analizado el ADN, como para determinar su dotación genética. En segundo lugar, hay que considerar que en toda población existe una amplia diversidad. En tercer lugar, la morfología mongoloide, que caracteriza a las razas americanas no existía hace más de 10 mil años, ni siquiera en Asia, por lo que perfectamente estos primeros habitantes pudieron provenir de Siberia y tener otra apariencia que fue cambiando con el tiempo". Además, precisa que “ las diferencias entre los indios actuales y los cráneos antiguos no implicarían necesariamente una extinción y ni siquiera un reemplazo poblacional, sino tal vez solamente la desaparición de rasgos arcaicos por hibridaje con una mayoría diferente recién llegada".

EL HOMBRE DE TAIMA TAIMA EN VENEZUELA

EL HOMBRE DE TAIMA TAIMA (VENEZUELA)

Taima Taima se ubica en el estado de Falcón, en Venezuela. Su principal estudioso es Alan Bryan de la Universidad de Alberta (Canada) y tiene una antigüedad fechado de 13 000 años a.C. Los hombres de Taima Taima subsistieron con la cacería de enormes mamíferos y la recolección de frutos silvestres, habitaban en cuevas o en campamentos no permanentes y sus instrumentos eran de hueso y piedra. En el sitio arqueológico se han hallado puntas de proyectil lanceoladas, artefactos cortantes o lascas obtenidas al golpear trozos de cuarcita, raspadores, hojas bifaciales usadas como hachas y hojas con pedúnculo. Estos restos fueron ubicados junto a osamentas de mastodontes y megaterios de finales del Pleistoceno.

LOS PRIMEROS HABITANTES DEL BRASIL

LOS PRIMEROS HABITANTES DEL BRASIL

EL HOMBRE DE PEDRA FURADA
Pedra Furada es un abrigo rocoso ubicado al nordeste de Brasil y su excavación está a cargo de un equipo Franco-Brasileño dirigido por Niede Guidón. Inicialmente los arqueólogos estudiaban las pinturas rupestres ubicadas en la caverna, pero al encontrar evidencias de industria lítica los estudios tomaron un nuevo giro. Los arqueólogos tomaron 55 muestras orgánicas asociadas a las evidencias líticas que fueron sometidas a la prueba del Carbono 14. Los resultados arrojaron fechados que van desde los 6 000 a los 50 000 años a.C. Se ubicaron lascas y toscos instrumentos de cuarzo. También restos de fogones y cenizas.

Los resultados de Pedra Furada, sobre todo los fechados más antiguos han sido objeto de diversas críticas. El arqueólogo norteamericano Tom Dillehay sostiene que los supuestos artefactos de cuarzo y cuarcita son de las mismas rocas que se desprenden de la cueva. La intervención humana en estos restos no ha sido demostrada. Pedra Furada esta siendo severamente cuestionada y sus sorprendentes fechados más antiguos son desestimados por la comunidad científica internacional.

EL HOMBRE DE PEDRA PINTADA
Pedra Pintada es otro importante sitio paleolítico americano. La caverna se ubica en medio de la Amazonía brasileña. Los fechados alcanzan hasta 11 000 años a.C. Las muestras consisten en puntas de cuarzo, restos óseos de fauna tropical y pinturas rupestres. Sus habitantes fueron excelentes pescadores y recolectores de frutos. Sus instrumentos líticos tienen un pulido triangular. Pedra Pintada es una evidencia de la extraordinaria adaptación de los grupos paleoindios a las condiciones de la selva tropical.

EL HOMBRE DE MONTEVERDE

EL HOMBRE DE MONTEVERDE
Dibujo del Hombre de Monteverde (Revista Nat Geo)

Un equipo dirigido por Tom Dillehay, de la Universidad de Kentucky, descubrió en Monteverde (Puerto Montt, Chile) restos líticos asociados a material orgánico que arroja una antigüedad de hasta 30 000 años a.C. El hallazgo a estremecido el mundo científico internacional y ha acaparado portadas en los principales diarios y revistas científicas del mundo.

En Monteverde se hallaron evidencias de un campamento de 12 tiendas hechas de estacas de madera y pieles de animales con restos de fogón. Las cenizas sometidas al Carbono 14 arrojaron una antigüedad de 13000 años a.C. Los arqueólogos encontraron instrumentos de hueso y puntas bifaciales asociadas a huesos de megafauna pleistocénica como mastodontes y paleollamas. Las puntas Monteverde se asemejan mucho a las encontradas en Taima Taima (Venezuela) que tiene una antigüedad de 11000 años a.C.

Ya el hallazgo del campamento de 13 000 años a.C. había causado revuelo internacional. Sin embargo excavando en estratos más profundos Dillehay encontró restos que arrojaron una antigüedad de 33 000 años. De confirmarse estos resultados se daría un vuelco total en la explicación del poblamiento inicial americano. Las investigaciones continúan y la polémica es cada vez más encendida.

LOS PRIMEROS HABITANTES DE ARGENTINA

LOS PRIMEROS HABITANTES DE ARGENTINA

Los hombres de Los Toldos y Piedra Museo


Los Toldos y Piedra Museo son importantes yacimientos arqueológicos ubicados en la Patagonia argentina, y son considerados los asentamientos paleolíticos más antiguos de ese país. En estos abrigos rocosos, los arqueólogos descubrieron puntas de lanza y diversos utensilios líticos en un contexto rico en huesos animales pleistocénicos extinguidos. Los restos tienen una antigüedad de 11 000 años a.C. y fueron elaborados por expertos cazadores que también dejaron pinturas rupestres.

Estos hallazgos permiten afirmar que ya no es Clovis la evidencia confirmada más antigua de presencia humana en América. Taima Taima, Pedra Pintada, Monteverde, Los Toldos y Piedra Museo sugieren que el poblamiento de Sudamérica fue contemporáneo o tal vez más antiguo que el de Norteamérica.

EL ORÍGEN DE LOS INDÍGENAS AMERICANOS

El origen de los indígenas americanos

Los científicos no dudan que los indígenas americanos modernos descienden, en gran medida, de las oleadas migratorias provenientes del Asia durante la glaciación de Wisconsin. Este periodo glacial se inició hace 70 000 años y acabó alrededor de 10 000 a.C. En estos sesenta mil años , el descenso del nivel del mar hizo aparecer un puente terrestre llamado Beringia.

Este istmo tuvo zonas libres de hielo desde unos 36 000 años a.C. que conectaban Siberia con Alaska y habrían permitido el poblamiento remoto del valle del Yucón. Sin embargo, durante muchos milenios el avance de los asiáticos mongoloides al resto del Continente estuvo bloqueado por una gigantesca masa glacial que cubría el norte de Canadá; hasta que a fines del Pleistoceno el incremento gradual de la temperatura permitió la aparición del llamado Corredor de Mackenzie, a través del cual las bandas de cazadores se propagaron al resto de Norteamérica y más tarde a Sudamérica.

Este paso libre de hielos surgió unos 14 000 años a.C. y para muchos científicos norteamericanos sería la máxima antigüedad de los cazadores de este continente. Sin embargo existen instrumentos líticos, como los de Lewisville de Texas y los de Isla Santa Rosa de California fechados con 36 000 a.C. y 25 000 a.C. , respectivamente. Se especula que pertenecen a bandas de cazadores que llegaron a través de un corredor más antiguo que el de Mackenzie o por vía marítima, por la costa occidental de Canadá.

Las evidencias arqueológicas demuestran que los primeros pobladores de Norteamérica, como los Hombres de Clovis de EE.UU. (11 000 a.C.), fueron hábiles depredadores, fabricantes de armas arrojadizas que les permitían cazar especies de la megafauna del Pleistoceno Tardío: mastodontes, mamuts, bisontes de grandes cuernos, camellos, tapires, caballos, cerdos, variedades de ovejas y cabras, bueyes almizcleros, variedades de antílopes, castores gigantes, especies de osos, etc. Muchos de estos animales pleistocénicos fueron extinguidos por la incesante cacería de la bandas nómades y los bruscos cambios climáticos a inicios del cálido Holoceno.

Sobre las características culturales de los primeros habitantes de América es necesario tener presente que se encontraban en el paleolítico superior. Sabían fabricar utensilios líticos, desde hachas de mano hasta puntas de lanza; conocían las técnicas de producción del fuego; eran cazadores, pescadores y recolectores nómades; se agrupaban en bandas de 20 a 40 personas y se refugiaban en cavernas o campamentos estacionales. En un inicio se dedicaron a la cacería de la megafauna pleistocénica (mastodontes y megaterios, por ejemplo); sin embargo, al extinguirse comenzando el holoceno se especializaron en la cacería de venados y camélidos.

EL POBLAMIENTO DE AMÉRICA DEL SUR

El poblamiento de América del Sur

Los cazadores nómades de origen mongoloide, llamados “paleoindios”, habrían ingresado a Sudamérica hace unos 8000 años a.C. Sin embargo, recientes descubrimientos arqueológicos como los de Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) y Monteverde de Chile (13 000 a.C.), sugieren que este subcontinente no estaba despoblado. Los cazadores de origen melanésico y australiano se les habrían adelantado, estos deben ser llamados “paleoamericanos”, según Tom Dillehay.

La versión tradicional planteaba que América del Sur fue poblada inicialmente por cazadores mongoloides provenientes del norte del continente unos 13 000 años a.C. ingresando por el tapón del Darién, al norte de Colombia. Aunque no se descartaba la llegada de melanésicos y australianos se la consideraba muy tardía, no más de 6 000 años a.C.

El estudio de los esqueletos descubiertos en Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) demostró que sus cráneos no tienen rasgos mongoloides o paleoindios, sino de negroides, posiblemente melanésicos. Los restos arqueológicos de Monteverde de Chile (13 000 a.C.) sugieren el ingreso de cazadores oceánicos (posiblemente procedentes de Australia) por el extremo sur del continente americano. Los restos líticos y esqueletos humanos más antiguos de Sudamérica están claramente asociados a los melanésicos y australianos que habrían cruzado el Oceánico Pacífico, siendo los primeros pobladores de Sudamérica.

Sin embargo, hacia los 8000 años a.C. habrían ingresado los cazadores mongoloides provenientes del norte y extinguido a los paloamericanos, de origen oceánico, merced a sus mejores armas e instrumentos líticos. Los mongoloides se convirtieron en los nuevos amos de este subcontinente. También es factible que se haya dado un mestizaje entre ambas razas dando origen a grupos como los patagones y fueguinos que poseen características antroposomáticas de ambas razas.

El mundo científico aguarda las investigaciones en los estratos más profundos de Monteverde de Chile, donde habrían evidencias de presencia humana de unos 30 mil años a.n.e. Mientras tanto, sobre el origen del hombre americano, los especialistas siguen teniendo más preguntas que respuestas.
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